37 %
La pintura fresca mal colocada
nunca fue una buena idea
las buenas ideas
no se pintan de blanco en los muros.
Las buenas ideas
poco han atravesado las paredes
las gotas de pintura seca
están tapizadas con huellas
de personas de paso.
Las paredes de mi casa están hablando
se juntan entre ellas para que no pueda oír
en el acto me comprimen
me asfixian una o dos horas
dejando en mis oídos
un silencio voluntario
el silencio, muchas veces lo es
mientras no venga con gritos
y comiencen a pelear
con los trastos sucios de la cocina.
Cada habitación respira diferente.
La pintura del techo en el baño
se despelleja como piel seca
por una alergia de humedad
de lluvia continua
ardiendo
para desinfectar cabezas
de recuerdos.
Con cada estornudo
del techo caen trozos
de pintura seca
polvo de pintura
que nunca sanó.
Aquí las puertas
permanecen cerradas
por temor al azote
la de la entrada
presume lesiones
heridas en las bisagras
sangra cada que entro
para aterrorizar a extraños
negar el paso.
Las ventanas aumentaron
su seguridad en estructura
limitándome asomar
a veces
se adhieren las cortinas con estática
saben de más que allá fuera
hay un mundo.
Aprendí a respirar con ellas
cada que pasa un avión
más cerca de lo habitual
haciéndolas casi estrellar.
Nunca conocerán
más que el reflejo del cielo
y sus aves mecánicas
los coches estacionados
pocas veces son distintos
las personas que pasan
son las mismas
sin cambio de horarios
no conocerán más
que lo que ocurre aquí dentro.
Las comprendo
por eso estoy
tanto tiempo en esta casa
en silencio
sin quejarme
consintiendo cada pared
decorando alguna ventana
con luces de navidad
atendiendo cada habitación
cada una de las puertas
aunque a veces
no me dejen salir.
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